Las cosas que uno escucha….
¿Alguna vez han escuchado ese famoso cliché de que los gorditos son simpáticos? Como si tuviésemos que sonreír y ser feliz todo el día, todos los días, pero ¿Quién es feliz las 24 horas del día, los 365 días del año? ¡Por favor! Lo que pasa es que para poder ser aceptados tienes que cumplir con ciertos estereotipos obligatorios que te impone la sociedad, pero queda de uno mismo si aceptarlos o no, y asumir las consecuencias para tu bienestar o malestar emocional.
Tener personalidad y criterio propio es prioridad…
Por eso es tan importante tener mucha personalidad, mucha conciencia de lo que somos y de lo que queremos para nosotros mismos, además de tener nuestro propio criterio y concepto. Porque si nos dejamos llevar por las tendencias, la sociedad te va envolviendo en un mar de complejos e inseguridades hasta hundirte, y de los que luego salir se hace aún más difícil, y al final, en vez de enfocar la lucha en lo que tienes que luchar como ser individual en la vida, terminas luchando con lo que la propia sociedad te ha impuesto y te ha sembrado en tu psiquis sin darte cuenta.
Todos tenemos días, semanas y meses para todo…
Nadie es feliz siempre, eso sería una locura y seguro que la persona que dice eso, algún tornillo tiene suelto, alguna pieza desajustada, algo hay. Porque en la vida, hay momentos para todo, y si bien es cierto que la felicidad es cuestión de actitud, también es verdad que es de humano tener días para llorar, para sentirnos mal por cualquier motivo, para enojarse y para cualquier sentimiento que contrarreste esa actitud simpática y feliz que muchas veces es ficticia, y de la que fingir también nos daña, porque nos vamos tragando no solo la comida, sino las emociones que también nos enferma y nos va quitando el derecho a un estilo de vida emocional normal, a expresar y sentir que sí existen en nosotros, y que tenemos todo el derecho de vivirlas.
Vamos a comportarnos como lo deseamos y no como lo impone la sociedad…
Lo que quiero decir con esto es que no tenemos que ser simpáticos por ser gordis, somos simpáticos porque nos nace y nos apetece y ya está, no por eso nos vamos a volver la antítesis y nos vamos a convertir en unos monstruos, es solo cuestión de ser personas normales en los que hay días para cualquier actitud y cualquier emoción, y que si podemos, que sean más los días de felicidad y simpatía pero porque así lo sentimos y así lo queremos vivir, pero no como norma obligatoria para la aceptación y la receptividad de los demás.
Yo tengo mis días para todo…
¡Cuéntame de ti!
¿Me lees? ¡Te leo!